
Para poder entender lo que sucedió el pasado sábado en el Paseo de la Reforma en la Cuidad de México debemos poner bajo la lupa lo que los términos "pride" (orgullo) y "parade" (desfile) significan dentro de la comunidad LGBTTTI y es que lo que yo vi el sábado se parecía más a un gay parade lleno de pluma, disfráz, mariconería, exceso, ridiculéz, morbo, corrientada, desfiguro y demás que a una marcha por el orgullo de ser gay... Para mi el gay pride es precisamente eso, caminar, marchar en esa confianza que te da el estar orgulloso de quien eres y de lo que eres. Creo que en esta ocasión la Marcha del Bicentenario fue una mezcla de ambas cosas, por un lado habían trailers y camionetas llenas de nacos vestidos drogados cuya unica consigna era gritar "arriba las pasivas, arriba las activas" que desde mi punto de vista fue una falta absoluta de respeto a todos los que estabamos ahí en ese momento.

Otra cosa que me pareció de pésimo gusto fue ver como el merchandise lindo de las banderas y las sombrillas multicolor de repente se transformó en una venta de souvenirs grotescos como diademas con penes pegados como antenas, entre otras cosas... Sin embargo no todo fue malo y es que encontrarse con gente como Angela Alfarache e Ivonne Cervantes, mujeres profesionistas quienes se han comprometido con la legalización del matrimonio y que han logrado para si mismas obtener casi todos los derechos que cualquier cuidadano heterosexual tiene, es de verdad un gusto. También llamó mucho la atención ver en la marcha a parte del elenco de Las Aparicio, esta teleserie que ya ha marcado una pauta en relación a la representación de las relaciones homosexuales entre mujeres en la televisión abierta, el mismo productor Epigmenio Ibarra también estuvo presente.
De igual forma se hicieron presentes algunos convoys de padres de hijos homosexuales, los cuales manifiestaban el amor y el respeto que le tienen a sus hijos sin importar sus preferencias sexuales, se observó también a la comunidad gay judia y a la comunidad de muxes de Juchitan, Oaxaca. En fin, si me preguntan si volvería a ir diría que no, pero quien sabe ojalá este evento cada vez vaya tomando su significado real y aunque siga siendo una fiesta con música, colores y disfraces, creo que ante todo se debe mostrar a una sociedad orgullosa de lo que es y que la misma marcha promueva el respeto a esta parte de la sociedad que cada día crece más... Solo como dato importante a la marcha asistieron más de medio millón de personas.
2 comentarios:
Como siempre, un placer leer tu blog. Por cuestiones laborales no pude asistir a la marca pero los comentarios de las 4 personas que asistieron confirmó lo que pensaba sobre la marcha: una evidencia contundente para que seamos llamados "desviados". En verdad que nos ponemos de pechito para que todos los juicios que existen sobre la homosexualidad estén fundados.
Tienes toda la razón, este evento más allá de ser una manifestación de respeto, de dignificación y de orgullo es más un desfile de jotería y desfiguro... ya tendremos que hacer nosotros nuestra marcha :-)
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