Desde hace 2 años no escribo nada en este blog. No porque no haya tenido ganas de hacerlo, sino porque había olvidado la contraseña y no tenía forma de recuperarla :( Finalmente hoy, como por obra de espíritu santo, recordé la cuenta y la contraseña con la que usaba esta blog, así que no puedo hacer otra cosa más que re inaugurarlo con un comentario acerca de la más reciente película lésbica en pantalla. Estoy hablando, por supuesto, de La Vida de Adele.
Para ser sincera, la primera vez que vi el trailer no me llamó mucho la atención, digamos que pasó totalmente inadvertida. Sin embargo la semana pasada, escuchando el radio escuché por casualidad una breve reseña de la película, lo que me llevó a verla con mi novia el 14 de febrero. Así es, fuimos cursimente al cine un Día de San Valentín a ver, lo que hasta ahora considero, una de las mejores películas lésbicas de todos los tiempos.
Pero ¿qué pasa en esta película que la hace tan exquisita? ¡Todo! Es demasiado familiar -entiéndase familiar como algo con lo que te identificas mucho-, es demasiado poética y a la vez sexual, es simplemente una película que no se puede dejar de ver.
La historia puede parecer sencilla, una chica de 16 años que comienza a tener dudas de su sexualidad y de pronto conoce a una chica de cabello azul mayor que ella y se enrola en una relación de pasión y sexo con ella que la lleva a dar un giro de 180 grados a su vida... ¿Qué pasa después? Pues tendrás que ir a verla, ya que todo lo que te pueda yo contar no es comparable con lo que verás en la pantalla. Eso si, como advertencia o quizás como aliciente, la película es demasiado explícita, así que piensa dos veces antes de ir con tu mamá o con tu tía.
Aquí les dejo el trailer...